Cada persona tiene derecho a escoger con quien se casa y dónde quiere vivir, si es honrado o se vende, si hace guerra o hace paz, si perdona u ofende, si prosigue o vuelve atrás.
Hay un conflicto entre la fe y la emoción; los que son fuertes ignoran al corazón. Y el camino elegido determina el futuro y da a cada vida dirección.
Feliz aquel que oye al Dios que lo creó y con justicia toma sus decisiones. Su futuro es ser mas que vencedor aunque tenga que enfretar persecusiones.
Feliz aquel que pretende a usar la fe pues no necesita que le hagan predicciones. Por toda la vida decidi seré fiel, no pedi venir al mundo pero elijo ir al cielo.
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